









MARCOS
Conceptos invertidos en la producción de mi obra.
A lo largo de mi producción, extensa en décadas de trabajo, fui recorriendo distintas problemáticas, lenguajes y materialidades por caminos sinuosos llenos de contingencias. Confieso que me resulta un tanto dificultoso encontrar un elemento común que haga referencia a todas ellas. Aun así, me animo a señalar algunastemáticas que observo atraviesan mis trabajos como ser una visión trágica de la vida, una mirada política, el interrogarme por el sentido de la vida -si lo tiene- temas como el poder, el amor, la relatividad de conceptos como lo verdadero y lo real.
Por supuesto estas problemáticas generalmente se presentan como superpuestas o articuladas. Y se materializan con distintos recursos visuales y diversidad de lenguajes.
A continuación me gustaría detenerme en algunos grupos de obras con el objeto de ampliar algunas ideas invertidas en ellas.
Por ejemplo en una de mis últimas piezas, como el caso de “Rosas rojas”, entiendo que abro un nuevo camino a partir de aquella serie que venía trabajando con las transferencias de stills de películas en alambres de púas.Esta obra básicamente da cuenta de una silla que cayó al suelo y rompió un florero con rosas rojas. En este caso me interesa llevar la pintura a la tridimensionalidad de la instalación, para mostrar una situación inmovilizada. Un tiempo detenido en un espacio que podría remitir a todas las artes basadas en el poder evocativo de la imagen. Así lo pictórico se cruza con lo fotográfico, la teatralidad y lo cinematográfico.
Aquí, con la ambigüedad de la escena propongo un acontecimiento, un disparador para imaginar un antes y después del suceso. Una estrategia narrativa abierta a partir de un fragmento, de un recorte de la realidad, donde juegan “las realidades”, la realidad y lo real.
Otro conjunto de obras, anteriores a Rosas rojas, son generadas a partir del caos. Me focalicé en sus leyes en ese interés, recientemente mencionado, por entender la vida, la muerte, el mundo que habito y esa realidad inabarcable que es el universo. El caos pensado no desde la idea demonizada de destrucción, sino como una lógica diferente al orden y como un par necesario a la dinámica de las cosas. De éste modo, toda la serie de piezas llamadas “Cinta”, en sus diferentes lenguajes, fueron pensadas desde estas leyes. No para ilustrarlas sino para poner al espectador ante una situación real donde ellas se pueden verificar. Las distintas versiones de “Cinta” proponen reflexionar sobre el comportamiento de sistemas inestables –en término de previsibilidad- al actuar bajo determinadas condiciones iniciales.
Un espacio aparte merecen las obras hechas a partir del alambre de púas y otros materiales portadores de cierta agresividad. En estos casos me interesa poner en tensión la idea de belleza ligada históricamente al orden y el bien. Mis trabajos con alambres de púas se remontan a “Topografías alteradas” (2007), una intervención arquitectónica para ser transitada, en la que atravesé toda la arquitectura del espacio de La Punta con una malla de este material a unos treinta centímetros del suelo.
Desde entonces sigo experimentando con esa materialidad construyendo imágenes que expresan belleza, sensualidad y ternura, o conceptos abstractos y complejos como sucede en mi alegoría a la Libertad. Confiesoque al principio el alambre me resultó difícil y peligroso, pero en la medida que fui conociendo su naturaleza aprendí a manejarlo, explorando resoluciones constructivas, investigando uniones y armando con ellos escalas de grises para traducir con él las imágenes fotográficas de las que me apropio.
Todos los trabajos de esta etapa tienen en común la problemática de los límites en relación con el poder, como sucede con las imágenes de besos capturados del cine americano – serie “American Life”- que me permiten jugar con estos aspectos. Después de todo ¿qué es un beso sino una acción de aproximación de cuerpos que son esencialmente delimitados? ¿Acaso en la idea de límite, tanto como en la acción de besar, no está en juego algo en el orden del poder? El amor, la belleza y la ternura sumidos por las leyes del poder.
En una época hiperestimulada por la imagen -como la que vivimos- busco una visualidad potenciada trabajando con elementos que resulten atractivos a los sentidos, provocando e interpelando al espectador, generando un interés que de pie, por su seducción o por su conflictividad, a un acontecimiento en el orden de lo estético. Pero también busco que mis obras propongan un diálogo con el contexto y con la historia del arte desde un sentido reflexivo y crítico. Y aquí pienso que el material que estoy usando, en estos casos, vuelve a tener un rol protagónico porque los signos que trabajo se ven enfatizados o resignificados por su carga semántica. La idea de fijar esa experiencia estética es concordante con la de retener algo de ella y preservar su fascinación. Tras lo cual me parece que estamos en un nuevo problema de límites como es nuestra relación con la temporalidad de las cosas.