BLANCA

En mis obras quiero expresar como siento y percibo el mundo, no sólo lo que está fuera de mí, sino también mi mundo interior, donde he atesorado recuerdos e imágenes pasadas. Quizás por eso hay algo de onírico en mis trabajos.

Me gusta que haya un clima que impregne toda la obra, donde no esté todo dicho, y se pueda interpretar de muchas maneras. Siempre procuro que esté presente cierta inquietud e incertidumbre, cierta ambigüedad.

Represento casi siempre la figura humana, generalmente inmersa en un paisaje. Y desde hace un tiempo, antes de la pandemia, en mis obras los cielos tienen nubes oscuras, tormentosas, amenazantes. Pero por esa misma ambigüedad que me gusta crear, puede ser también que la tormenta ya ha pasado y se está retirando. Es un ejemplo de lo que dejo a la libre interpretación del espectador.

Realizo dibujos y pinturas con materiales que me permitan la ejecución de muchos detalles, trabajo la imagen de una manera muy minuciosa, por eso también elijo soportes de textura fina, excepto cuando determinada textura se puede integrar a la imagen que estoy representando. Los soportes que más utilizo son papeles y telas, y las técnicas van desde lápices grafitos y de colores a témperas y óleos. Las dimensiones de las obras varían, desde formatos muy pequeños, llegando hasta miniaturas; medianos y muy grandes, hasta 200 cm.. Pero las imágenes siguen siendo las mismas, a pesar del cambio de escala, incluso en la relación de figura y fondo.

Me gusta trabajar por series, porque así las obras van fluyendo, se van desarrollando en el mismo proceso que se produce de una obra a otra que voy realizando. Aunque parto de una idea e imagen de lo que quiero hacer, en el proceso de trabajo muchas veces va cambiando, aun cuando hago bosquejos y/o estudios previos.

Como realizo detalles hasta ínfimos en mis obras, me gustaría que el espectador se detuviera a verlas, si fuera posible mucho tiempo.